ANOREXIA

La anorexia es una enfermedad que puede ser irreversible o fatal. Las adolescentes son las más afectadas.

Diana Rincón, la joven colombiana que murió el año pasado por sufrir de anorexia, es un ejemplo de que esta enfermedad puede afectar a toda adolescente que se ve al espejo obesa cuando en realidad está huesuda y delgada.

La anorexia es un trastorno de conducta alimentaria que está creciendo en nuestro medio desde hace aproximadamente quince años. Consiste en seguir un régimen de hambre, ya que la persona afectada se percibe gorda producto de una serie de alteraciones a nivel de su percepción corporal.

El número de libras que quieren bajar o el peso al que desean llegar varía mucho de una paciente a otra. Lo único que se tiene claro es que no quieren subir ni un gramo. Mientras más delgadas estén, más poderosas se sienten. Cuanto más bajan, más quieren bajar. Este es uno de los factores que convierten a esta enfermedad en una adicción, según Mónica Guarderas, fundadora y directora de The Center, sitio encargado del tratamiento de desórdenes alimenticios, en Quito.

Para la médica nutricionista Mariuxi Egas Miraglia, del hospital Clínica Alcívar de Guayaquil, el 95% de casos de anorexia son de mujeres, pero la literatura reporta el 5% de varones. Es una patología de élite que se presenta con mayor frecuencia en el estrato medio alto y alto; y a medida que mantiene su curva de crecimiento va involucrando a otros estratos sociales.

“Muy pocas veces hemos tenido casos de personas de estratos medio bajo con anorexia, porque aún existe en Ecuador un gran problema que es la desnutrición, por falta de recursos económicos e información, mas no es por la idea irracional de no comer”.

En cuanto al origen de la anorexia, Guarderas refiere que existen muchas teorías y no respuestas simples que abarquen a todo el mundo, para cada persona en particular, algunos o todos los factores se juntan para producir la inanición (la falta de alimentación que produce debilidad), atracones y purgas. Estos son biológicos, psicológicos, familiares, sociales, culturales e incluso tienen que ver los medios de comunicación.

Otro componente, dice Egas, es que tenga un IMC (Índice de Masa Corporal) muy bajo de 17 kg por m²; es decir que su relación peso talla indique desnutrición. 

1. Qué sucede en su interior

Una persona anoréxica reduce su consumo de alimentos y lo limita a concentraciones mínimas. Empieza por ser selectiva: primero elimina las grasas, luego los almidones (cereales) y las proteínas (carne). Entonces, mientras se reducen los aportes nutricionales del exterior, el cuerpo para seguir funcionando y moviéndose los toma de sus reservas.

Empieza por usar la grasa subcutánea (bajo la piel) y de los contornos de los órganos como riñón e hígado y si se mantienen las restricciones, pasa a consumir los músculos de piernas, brazos, corazón, tubo digestivo. También toma el calcio de los huesos para realizar trabajos de contracción de músculos y coagulación diaria. Por eso es frecuente la presencia de osteoporosis en estas chicas de 14 o 15 años, siendo esta una enfermedad de adultos mayores de 45 a 50 años.

“El desgaste es alto y el daño es permanente. Ciertas áreas del cerebro dejan de recibir irrigación sanguínea, se comprometen la memoria, la atención, entre otras”, dice Egas.

También, agrega Guarderas, se produce daño renal y hepático (agravado si hay abuso de sustancias), destrucción dental, rotura del esófago, gastritis, disminución del crecimiento debido a la desnutrición. Incluso después de la recuperación y la restauración del peso, la persona no puede alcanzar una estatura normal esperada.

Asimismo, el sistema inmunológico se debilita, las manos y los pies se ponen fríos, se inflaman las glándulas parótidas (mandíbula) y se producen cálculos en el canal salival. La piel se pone reseca y con escamas de un color grisáceo amarillento. Sufren episodios de desmayos, convulsiones, alteración del sueño, pesadillas, mareos, baja de azúcar en la sangre (hipoglucemia), incluyendo temblores, ansiedad, fatiga y sensación de picazón en todo el cuerpo, entre otras.

Por todas estas complicaciones, dice Egas, los pacientes anoréxicos requieren tratamiento individualizado e intensivo mediante un equipo multidisciplinario de especialistas porque no es posible manejarlo con un solo profesional. En algunas ocasiones es indispensable ingresarlos en una clínica u hospital, sobre todo, cuando la condición de desnutrición es muy grave y el componente psiquiátrico (ansiedad o depresión) es muy alto que pone en riesgo sus vidas.

La psicóloga clínica Romy Albuja Arteaga refiere que las personas anoréxicas sufren alucinaciones y distorsiones por las lesiones físicas que ha sufrido el cerebro, es por eso que el médico psiquiatra las medica. En cambio, la asistencia del psicólogo ayuda a manejar el equilibrio que debe existir en el hogar, así los padres lucharán con la paciente para sacarla adelante. Muchas veces las madres suelen sentirse culpables de la enfermedad de sus hijas o hijos, porque piensan que tal vez no los atendieron lo suficiente. Por eso se desgastan mucho. 

  Detectarla a tiempo



Es ideal detectar la anorexia tempranamente, así será menor la tendencia a la cronicidad y se hará más fácil ayudar al paciente a superar la enfermedad, según Egas. Pero si se ha hecho crónica, es decir, lleva el paciente tres o cinco años padeciéndola, habrá logrado idear más estrategias para autodestruirse y los cuadros de desgastes del organismo no se revierten, aunque pueden mejorar parcialmente.

En cambio, si es tratada a tiempo, Guarderas asegura que sí es posible curarla. “El tiempo estimado de completa recuperación es entre 9 y 18 meses. Pero depende de algunos factores como, por ejemplo, el apoyo y participación de la familia, la constancia, la paciencia, el vínculo que se logre con los terapeutas, el asumir la responsabilidad de la recuperación, la conciencia de la enfermedad y terminar el tratamiento.

Es importante, agrega, que la familia tenga una guía profesional muy clara y concreta y se ciña a las recomendaciones, sugerencias y decisión






Prestar atención



La anorexia en la mayoría de los casos comienza siendo un problema de conducta, de llamada de atención, sobre todo en quienes padecen conflictos, traumas o problemas de inseguridad, dice la psicóloga Romy Albuja. Aunque la razón por la cual las personas sufren de anorexia se desconoce, puede influir que en la adolescencia las muchachas están un poco gorditas y cuentan, especialmente, con unos padres que las critican y presionan para que bajen de peso o realicen alguna actividad que ellos no pudieron hacer en sus vidas. 

Las adolescentes caen en una culpa terrible, hacen creer que comieron y no es así, botan los alimentos por el inodoro o los esconden. Incluso si comen, dos o tres cucharaditas, la vomitan; y cuando sus madres las llevan a un chequeo médico tienen en los bolsillos boliches o piedras para que no detecten su baja de peso, además usan mucha ropa para esconder su cuerpo esquelético. Además, hacen ejercicios compulsivamente. 

“Se hace un ciclo en donde lo que era un problema psicosomático, es decir, que su psique tenía un trastorno o conflicto emocional y se manifestaba a través del cuerpo, se convierte en un problema somatopsíquico, porque su organismo está lesionado”, dice Albuja.

Es importante saber que existen formas de prevenir la anorexia igual que otro cuadro psicológico, de manera selectiva observando a los hijos en la adolescencia (12 a 18 años) y preadolescencia (10 u 11 años), teniendo una adecuada comunicación con ellos y específicamente dándoles códigos y valores reales en los cuales quedaría establecido que lo sobresaliente de una persona está en su incremento intelectual, valores y que el eje no es la belleza física, puesto que es un hecho que esta es circunstancial. 

Síntomas claros

• Rehusarse a mantener el peso
• Amenorrea (ausencia de menstruación)
• Hablar de “sentirse gorda”
• Dificultad en ingerir comidas completas
• Rigidez en lo que pueden comer
• Una preocupación obsesiva con la talla y con la forma del cuerpo
• Ejercicio en exceso
• Intensa insatisfacción con su apariencia física
• Cambio de personalidad, aislamiento, tristeza, irritabilidad
• Dietante crónica
• Almacenar, esconder, o botar alimentos
• Irregularidades menstruales
• Perfeccionismo
• Dietas constantes
• Baja autoestima
• Perdida de masa ósea
• Frío constante
• Dolores en los huesos y/o musculares
• Piel seca
• Caída de pelo
• Deterioro de las uñas
• Hongos en pies y manos

De Utilidad

Pastillas y laxantes
Una persona anoréxica a menudo toma exceso de pastillas para adelgazar, diuréticos (producen pérdida de líquidos), laxantes o se hace enemas para reducir el peso corporal, según MedicineNet.com

En la edad media
La anorexia se describe en la vida de algunas santas: Lidwina de Shiedam, del siglo XIV; Wilgefortis, hija del rey de Portugal, que ayunó y rezó a Dios para que le arrebatara su belleza para ahuyentar a los hombres. Pero la más famosa fue Santa Caterina de Siena (foto), en 1347.

Restaurar el peso
Algunas veces, el aumento de peso se logra usando horarios para comer, disminuyendo la actividad física e incrementando la actividad social, según los Institutos Nacionales de la Salud de los EE.UU.

Evaluación exhaustiva
El tratamiento la anorexia siempre requiere una evaluación exhaustiva del adolescente y de la familia. La terapia incluye técnicas cognoscitivas y del comportamiento, según la Universidad de Virginia de los EE.UU.

Genética
Investigadores han encontrado una zona en el cromosoma 1 que parece estar vinculado con un mayor riesgo de padecer de anorexia. Otro factor es tener un pariente de primer grado que la sufrió, según la Clínica Mayo.